Un poco de nuestra historia

Viña Peppi nace como una manera de rendir tributo a nuestros padres, a nuestros nonnos y a sus padres, colonos que con mucho trabajo lograron desarrollar la industria uvera en Chile.

Corría el año 1895 y Mariano Peppi, agricultor italiano, de 48 años, habitante de un pequeño pueblo llamado Montecosaro, ubicado en la región de Las Marcas, centro de Italia, emprendía rumbo a América a buscar un nuevo futuro junto a su esposa Rosa Pallotta y sus hijos.

El viaje fue largo y duro, pero luego de varios meses en barco llegarían a su nuevo hogar en Argentina, donde seguirían dedicados al campo como siempre lo habían hecho.

También allá nacería el último del clan, Mariano, que más tarde se casaría con otra italiana de la colonia Mendozina, Rosa Porfiri, oriunda de Tolentino, ciudad muy cercana a Montecosaro. Al poco tiempo emprenderían viaje, en el tren trasandino, junto a otras familias italianas, a Llay Llay, Chile, donde plantarían los primeros parrones de uva de mesa de exportación de Chile.

Con mucho esfuerzo y perseverancia lograron sacar adelante las plantaciones y con el tiempo, convertirse en unos  de los principales exportadores de uva del país.

Han pasado 128 años desde que Mariano Peppi se embarcó rumbo a América, y hoy sus descendientes en Chile, siguen ligados al campo y trabajando la tierra como lo hizo él y sus antepasados en Montecosaro.

Es así como en el año 2010 nace Viña Peppi, con 10 hectáreas de viñedos ubicados a los pies de la Cordillera de Los Andes, en el Valle de Aconcagua, a una altura de 1.200 msnm e inmersos en un campo de 600 hectáreas donde se protegen la fauna y la vegetación con lo que se busca crear un vino amigable con el medio ambiente y un viñedo que se integre a su entorno de la mejor manera para no alterar el equilibrio del ecosistema existente.

Esta viña recoge el trabajo y el aprendizaje, de la tierra y el campo, de 5 generaciones, para plasmarlo en nuestros vinos Surko, Okrus y Kitral.